El "informe Ifrac" que ha elaborado el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático –hecho público ayer en Abu Dabi por Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial– examina más de 160 escenarios relativos a la posible penetración de las energías renovables de aquí a 2050, junto con sus implicaciones ambientales y sociales.
Elaborado por más de 120 expertos de todo el mundo y aprobado por representantes gubernamentales de 194 países, el "Informe especial sobre Fuentes de energía Renovable y Atenuación del Cambio climático" (informe Ifrac), evalúa la posible contribución de las fuentes de energía renovable a la atenuación del cambio climático, analiza el grado de penetración actual de seis tecnologías renovables y sus posibilidades de instalación a gran escala en los próximos decenios y demuestra, según sus autores, que "son las políticas públicas, las que fomentarán o limitarán el desarrollo de las energías renovables en los próximos decenios". Según el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, el informe, que consta de 900 páginas, "puede aportar un acervo de conocimientos básico para los responsables de políticas que deseen afrontar esa gran tarea pendiente del siglo XXI" [la lucha contra el cambio climático].
Cuatro de esos escenarios, seleccionados como representativos de la totalidad, han sido analizados por los 120 expertos "en profundidad", según el IPCC (los investigadores han estudiado asimismo las dificultades que plantea la integración de las energías renovables en los sistemas energéticos actuales y futuros y, particularmente, en las redes eléctricas, así como las relaciones coste/beneficio que ello conllevaría). Pues bien, "el más optimista de los cuatro escenarios seleccionados proyecta unos valores de energía renovable que representarán hasta un 77% de la demanda de energía mundial de aquí a 2050". Según el "informe Ifrac", ese porcentaje equivale a aproximadamente 314 de un total de 407 exajulios anuales. A efectos comparativos, 314 exajulios es más del triple de la energía suministrada en Estados Unidos durante 2005, y una cifra similar para el continente europeo, según el IPCC.
Las seis tecnologías objeto del análisis, una por una: Bioenergía
La bioenergía puede generar electricidad, calor y combustibles a partir de diferentes materias primas. Pues bien, según el "informe Ifrac", algunos sistemas bioenergéticos, particularmente cuando conllevan la conversión de la tierra en biomasa agrícola o los cultivos de energía, pueden generar más emisiones de gases invernadero de las que ahorran; otros, sin embargo, como los sistemas de conversión avanzados que convierten, por ejemplo, desechos de madera en combustibles líquidos, pueden conseguir reducciones de las emisiones de entre un 80 y un 90% en comparación con los combustibles de origen fósil". Aunque el porcentaje de la bioenergía en el conjunto de las renovables disminuirá probablemente en los próximos decenios, podría llegar a suministrar de 100 a 300 exajulios de energía de aquí a 2050, según el IPCC.
Solar fotovoltaica
En la actualidad, esta tecnología representa sólo una pequeña parte del 1% del suministro mundial total de energía. La amplitud de su implantación podrían abarcar desde un porcentaje marginal de la energía solar directa en 2050 hasta uno de las fuentes más importantes de suministro energético. La realidad dependerá de la innovación constante, de las reducciones de costos y de las políticas de apoyo públicas. En los escenarios más ambiciosos de estabilización del clima, el suministro primario de energía solar alcanzaría en 2050 la cifra de 130 exajulios anuales, procedentes en gran medida de la generación fotovoltaica. En algunos escenarios, el porcentaje llegaría a un tercio del total mundial de aquí a 2050, aunque en la mayoría de los escenarios es inferior a la décima parte.
Geotérmica
La tecnología geotérmica utiliza el calor almacenado en el interior de la Tierra, o bien directamente o para generar electricidad, y proporciona actualmente unos 0,7 exajulios anuales. En 2050, la energía geotérmica podría representar más de un 3% de la demanda eléctrica mundial, y en torno al 5% de la demanda de calor en el mundo. A nivel mundial, el potencial técnico de la energía geotérmica es comparable al suministro primario de energía mundial en 2008. Sin embargo, esa forma de energía no alcanza su límite de potencial técnico en ninguno de los escenarios analizados, y la tasa de implantación se mantiene por debajo del 5%, tanto a nivel regional como mundial.
Hidroeléctrica
Los proyectos de energía hidroeléctrica abarcan desde los embalses hasta los proyectos o estaciones fluviales, tanto en pequeña como en gran escala. Al finalizar 2008, la capacidad instalada representaba un 16% del suministro eléctrico mundial, que sitúa a la energía hidroeléctrica en el primer puesto de las fuentes de energía renovable del sector eléctrico. A largo plazo, el porcentaje hidroeléctrico en el suministro mundial de electricidad podría disminuir hasta un diez o un 14%. A pesar del crecimiento absoluto del suministro hidroeléctrico, el crecimiento esperado de la demanda de energía y el proceso de electrificación podrían ser los causantes de esa reducción.
Energías del mar
Las tecnologías de energía oceánica son diversas, y están basadas en la energía cinética, térmica y química del agua del mar. La mayoría de ellas se encuentran en fase de demostración o de proyecto piloto. Dado que se encuentran en las primeras etapas de su desarrollo, es improbable que contribuyan en gran medida al suministro de energía mundial antes de 2020. En la actualidad, la energía oceánica sólo está representada en un pequeño número de escenarios. Como indica el informe, las instalaciones proyectadas podrían proporcionar hasta siete exajulios anuales de aquí a 2050.
Eólica
La energía eólica tiene como principal aplicación, desde el punto de vista de la atenuación del cambio climático, la producción de electricidad mediante grandes turbinas de viento situadas en tierra o frente a las costas. La capacidad de potencia eólica instalada al final de 2009 representaba cerca de un 2% de la demanda eléctrica mundial. El informe evidencia una fuerte tasa de expansión en Europa, América del Norte y, más recientemente, China e India. Es probable que sea necesaria una mayor distribución geográfica de las instalaciones para alcanzar los niveles contemplados en las publicaciones científicas.
Mensaje a los políticos
Entre las muchas cifras que maneja el informe, a continuación recogemos algunas de las que aparecen en el apartado significativamente titulado "Principales conclusiones del Resumen para responsables de políticas".. A pesar de las dificultades financieras mundiales –dice el "informe Ifrac"–, la capacidad en energías renovables aumentó durante 2009: la eólica, en más de un 30%; la energía hidroeléctrica, en un 3%; las energías fotovoltaicas conectadas a la red, en más de un 50%; la geotérmica, en un 4 por ciento; la solar para el calentamiento de agua/calefacción, en más de un 20%, y la producción de etanol y de biodiésel, en un 10% y un 19%, respectivamente.
De los aproximadamente 300 gigavatios (GW) de generación eléctrica que fueron instalados en todo el mundo entre 2008 y 2009, 140 GW fueron de energías renovables. Los países en desarrollo representan actualmente "más del 50% de la capacidad mundial en energías renovables". A día de hoy, el potencial técnico de las renovables "excede considerablemente" la demanda energética, tanto a nivel mundial como en la mayoría de las regiones del planeta. Más aún: según los cuatro escenarios seleccionados, se utiliza menos de un 2,5% del potencial técnico disponible para energías renovables en todo el mundo; "en otras palabras, más de un 97% está desaprovechado".
La mayoría de los más de 160 escenarios examinados "permiten estimar que, de aquí a 2050, las renovables contribuirán más al suministro de energía con bajas emisiones de carbono que la energía nuclear o los combustibles de origen fósil con captación y secuestro de carbono".. Según los cuatro escenarios seleccionados, "las inversiones mundiales en el sector de energías renovables estarían comprendidas entre 1,360 y 5,100 billones de dólares de aquí a 2020 y entre 1,490 y 7,180 billones durante el decenio 2021-2030. En el caso de los valores bajos [menor penetración de las renovables], las inversiones anuales son, en promedio, menores que las efectuadas en energías renovables por el sector eléctrico en 2009".
No hay una sola fórmula, hay muchas
Por fin, y siempre según el "informe Ifrac" del IPCC, "la utilización conjunta de políticas públicas basadas en objetivos y de inversión en investigación y desarrollo podría reducir los costos de combustible y de financiación y representaría, por consiguiente, un menor costo adicional para las renovables. Los responsables de políticas públicas tendrían a su disposición una diversidad de experiencias para diseñar y aplicar las políticas impulsoras más eficaces: no existe una fórmula única para fomentar las energías renovables".
El informe concluye que la proporción de energías renovables "aumentará probablemente incluso sin que medien políticas en ese sentido", si bien reconoce que "la experiencia demuestra que el aumento suele ser máximo cuando las políticas son favorables" y señala, además, que "la creciente penetración de las energías renovables podría ahorrar en total un volumen de gases invernadero equivalente a entre 220 y 560 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtC02eq) entre 2010 y 2050". Ello contribuiría –según el "informe Ifrac"–, a "lograr que el aumento de la temperatura media mundial no superase los dos grados Celsius durante el siglo XXI, tal como se propuso en los acuerdos de Cancún de la Convención sobre el clima de las Naciones Unidas".
El grupo de trabajo número tres
El responsable directo de la elaboración del "informe Ifrac" es el Grupo de trabajo III del IPCC, que está dedicado a la atenuación del cambio climático, y evalúa todas las opciones de interés para atenuar ese fenómeno limitando o evitando las emisiones de gases invernadero y potenciando actividades que los eliminen de la atmósfera. El Grupo analiza los costos, beneficios y riesgos de los diferentes métodos de atenuación, considerando también los instrumentos y medidas de políticas disponibles a nivel nacional, así como los las disposiciones internacionales. Está copresidido por: Ottmar Edenhofer, del Instituto de Investigaciones de Potsdam sobre el Impacto Climático, Alemania; Ramon Pichs, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, Cuba: y Youba Sokona (Malí), del Centro africano de políticas climáticas de Etiopía.
Más información
www.ipcc.ch
Elaborado por más de 120 expertos de todo el mundo y aprobado por representantes gubernamentales de 194 países, el "Informe especial sobre Fuentes de energía Renovable y Atenuación del Cambio climático" (informe Ifrac), evalúa la posible contribución de las fuentes de energía renovable a la atenuación del cambio climático, analiza el grado de penetración actual de seis tecnologías renovables y sus posibilidades de instalación a gran escala en los próximos decenios y demuestra, según sus autores, que "son las políticas públicas, las que fomentarán o limitarán el desarrollo de las energías renovables en los próximos decenios". Según el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, el informe, que consta de 900 páginas, "puede aportar un acervo de conocimientos básico para los responsables de políticas que deseen afrontar esa gran tarea pendiente del siglo XXI" [la lucha contra el cambio climático].
Cuatro de esos escenarios, seleccionados como representativos de la totalidad, han sido analizados por los 120 expertos "en profundidad", según el IPCC (los investigadores han estudiado asimismo las dificultades que plantea la integración de las energías renovables en los sistemas energéticos actuales y futuros y, particularmente, en las redes eléctricas, así como las relaciones coste/beneficio que ello conllevaría). Pues bien, "el más optimista de los cuatro escenarios seleccionados proyecta unos valores de energía renovable que representarán hasta un 77% de la demanda de energía mundial de aquí a 2050". Según el "informe Ifrac", ese porcentaje equivale a aproximadamente 314 de un total de 407 exajulios anuales. A efectos comparativos, 314 exajulios es más del triple de la energía suministrada en Estados Unidos durante 2005, y una cifra similar para el continente europeo, según el IPCC.
Las seis tecnologías objeto del análisis, una por una: Bioenergía
La bioenergía puede generar electricidad, calor y combustibles a partir de diferentes materias primas. Pues bien, según el "informe Ifrac", algunos sistemas bioenergéticos, particularmente cuando conllevan la conversión de la tierra en biomasa agrícola o los cultivos de energía, pueden generar más emisiones de gases invernadero de las que ahorran; otros, sin embargo, como los sistemas de conversión avanzados que convierten, por ejemplo, desechos de madera en combustibles líquidos, pueden conseguir reducciones de las emisiones de entre un 80 y un 90% en comparación con los combustibles de origen fósil". Aunque el porcentaje de la bioenergía en el conjunto de las renovables disminuirá probablemente en los próximos decenios, podría llegar a suministrar de 100 a 300 exajulios de energía de aquí a 2050, según el IPCC.
Solar fotovoltaica
En la actualidad, esta tecnología representa sólo una pequeña parte del 1% del suministro mundial total de energía. La amplitud de su implantación podrían abarcar desde un porcentaje marginal de la energía solar directa en 2050 hasta uno de las fuentes más importantes de suministro energético. La realidad dependerá de la innovación constante, de las reducciones de costos y de las políticas de apoyo públicas. En los escenarios más ambiciosos de estabilización del clima, el suministro primario de energía solar alcanzaría en 2050 la cifra de 130 exajulios anuales, procedentes en gran medida de la generación fotovoltaica. En algunos escenarios, el porcentaje llegaría a un tercio del total mundial de aquí a 2050, aunque en la mayoría de los escenarios es inferior a la décima parte.
Geotérmica
La tecnología geotérmica utiliza el calor almacenado en el interior de la Tierra, o bien directamente o para generar electricidad, y proporciona actualmente unos 0,7 exajulios anuales. En 2050, la energía geotérmica podría representar más de un 3% de la demanda eléctrica mundial, y en torno al 5% de la demanda de calor en el mundo. A nivel mundial, el potencial técnico de la energía geotérmica es comparable al suministro primario de energía mundial en 2008. Sin embargo, esa forma de energía no alcanza su límite de potencial técnico en ninguno de los escenarios analizados, y la tasa de implantación se mantiene por debajo del 5%, tanto a nivel regional como mundial.
Hidroeléctrica
Los proyectos de energía hidroeléctrica abarcan desde los embalses hasta los proyectos o estaciones fluviales, tanto en pequeña como en gran escala. Al finalizar 2008, la capacidad instalada representaba un 16% del suministro eléctrico mundial, que sitúa a la energía hidroeléctrica en el primer puesto de las fuentes de energía renovable del sector eléctrico. A largo plazo, el porcentaje hidroeléctrico en el suministro mundial de electricidad podría disminuir hasta un diez o un 14%. A pesar del crecimiento absoluto del suministro hidroeléctrico, el crecimiento esperado de la demanda de energía y el proceso de electrificación podrían ser los causantes de esa reducción.
Energías del mar
Las tecnologías de energía oceánica son diversas, y están basadas en la energía cinética, térmica y química del agua del mar. La mayoría de ellas se encuentran en fase de demostración o de proyecto piloto. Dado que se encuentran en las primeras etapas de su desarrollo, es improbable que contribuyan en gran medida al suministro de energía mundial antes de 2020. En la actualidad, la energía oceánica sólo está representada en un pequeño número de escenarios. Como indica el informe, las instalaciones proyectadas podrían proporcionar hasta siete exajulios anuales de aquí a 2050.
Eólica
La energía eólica tiene como principal aplicación, desde el punto de vista de la atenuación del cambio climático, la producción de electricidad mediante grandes turbinas de viento situadas en tierra o frente a las costas. La capacidad de potencia eólica instalada al final de 2009 representaba cerca de un 2% de la demanda eléctrica mundial. El informe evidencia una fuerte tasa de expansión en Europa, América del Norte y, más recientemente, China e India. Es probable que sea necesaria una mayor distribución geográfica de las instalaciones para alcanzar los niveles contemplados en las publicaciones científicas.
Mensaje a los políticos
Entre las muchas cifras que maneja el informe, a continuación recogemos algunas de las que aparecen en el apartado significativamente titulado "Principales conclusiones del Resumen para responsables de políticas".. A pesar de las dificultades financieras mundiales –dice el "informe Ifrac"–, la capacidad en energías renovables aumentó durante 2009: la eólica, en más de un 30%; la energía hidroeléctrica, en un 3%; las energías fotovoltaicas conectadas a la red, en más de un 50%; la geotérmica, en un 4 por ciento; la solar para el calentamiento de agua/calefacción, en más de un 20%, y la producción de etanol y de biodiésel, en un 10% y un 19%, respectivamente.
De los aproximadamente 300 gigavatios (GW) de generación eléctrica que fueron instalados en todo el mundo entre 2008 y 2009, 140 GW fueron de energías renovables. Los países en desarrollo representan actualmente "más del 50% de la capacidad mundial en energías renovables". A día de hoy, el potencial técnico de las renovables "excede considerablemente" la demanda energética, tanto a nivel mundial como en la mayoría de las regiones del planeta. Más aún: según los cuatro escenarios seleccionados, se utiliza menos de un 2,5% del potencial técnico disponible para energías renovables en todo el mundo; "en otras palabras, más de un 97% está desaprovechado".
La mayoría de los más de 160 escenarios examinados "permiten estimar que, de aquí a 2050, las renovables contribuirán más al suministro de energía con bajas emisiones de carbono que la energía nuclear o los combustibles de origen fósil con captación y secuestro de carbono".. Según los cuatro escenarios seleccionados, "las inversiones mundiales en el sector de energías renovables estarían comprendidas entre 1,360 y 5,100 billones de dólares de aquí a 2020 y entre 1,490 y 7,180 billones durante el decenio 2021-2030. En el caso de los valores bajos [menor penetración de las renovables], las inversiones anuales son, en promedio, menores que las efectuadas en energías renovables por el sector eléctrico en 2009".
No hay una sola fórmula, hay muchas
Por fin, y siempre según el "informe Ifrac" del IPCC, "la utilización conjunta de políticas públicas basadas en objetivos y de inversión en investigación y desarrollo podría reducir los costos de combustible y de financiación y representaría, por consiguiente, un menor costo adicional para las renovables. Los responsables de políticas públicas tendrían a su disposición una diversidad de experiencias para diseñar y aplicar las políticas impulsoras más eficaces: no existe una fórmula única para fomentar las energías renovables".
El informe concluye que la proporción de energías renovables "aumentará probablemente incluso sin que medien políticas en ese sentido", si bien reconoce que "la experiencia demuestra que el aumento suele ser máximo cuando las políticas son favorables" y señala, además, que "la creciente penetración de las energías renovables podría ahorrar en total un volumen de gases invernadero equivalente a entre 220 y 560 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtC02eq) entre 2010 y 2050". Ello contribuiría –según el "informe Ifrac"–, a "lograr que el aumento de la temperatura media mundial no superase los dos grados Celsius durante el siglo XXI, tal como se propuso en los acuerdos de Cancún de la Convención sobre el clima de las Naciones Unidas".
El grupo de trabajo número tres
El responsable directo de la elaboración del "informe Ifrac" es el Grupo de trabajo III del IPCC, que está dedicado a la atenuación del cambio climático, y evalúa todas las opciones de interés para atenuar ese fenómeno limitando o evitando las emisiones de gases invernadero y potenciando actividades que los eliminen de la atmósfera. El Grupo analiza los costos, beneficios y riesgos de los diferentes métodos de atenuación, considerando también los instrumentos y medidas de políticas disponibles a nivel nacional, así como los las disposiciones internacionales. Está copresidido por: Ottmar Edenhofer, del Instituto de Investigaciones de Potsdam sobre el Impacto Climático, Alemania; Ramon Pichs, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, Cuba: y Youba Sokona (Malí), del Centro africano de políticas climáticas de Etiopía.
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