martes, 31 de mayo de 2011

Nivel récord de emisiones de dióxido de carbono

El gas se acerca a un límite peligroso para el calentamiento global

Martes 31 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa de La Nación

Las emisiones globales del gas de invernadero dióxido de carbono (CO2) alcanzaron un record histórico en 2010, debido mayormente al auge de las economías emergentes que dependen del carbón, según dijo ayer el economista jefe de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Fatih Birol advirtió que las emisiones de dióxido de carbono se acercan peligrosamente a la meta fijada el año pasado en las conversaciones de alto nivel de Cancún, México, para limitar el calentamiento terrestre a menos de 2° C.

Según estimaciones de la AIE, durante el último año las emisiones de CO2 aumentaron un 5,9% en comparación con el anterior récord que se había registrado en 2008, a 30.600 millones de toneladas.

"Es un fuerte rebote, impulsado mayormente por los países que no integran la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico]", dijo Birol, en una entrevista con Reuters, y agregó que las tres cuartas partes del incremento provino de las economías emergentes, como China o India.

"Es el mayor crecimiento de la historia", puntualizó. Christiania Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, calificó las cifras de "advertencia para que los gobiernos hagan un rápido progreso", empezando con una reunión en Bonn sobre cambio climático, del 6 al 17 de junio.

"[Los gobiernos] tienen que llevar al mundo por el camino correcto para evitar un peligroso cambio climático", indicó un comunicado.

La AIE, que asesora a sus miembros en materia de energía, también desarrolló un análisis sobre las plantas de energía en el mundo, que muestra que el 80% de las emisiones del sector energético previstas para 2020 ya se han alcanzado.

Birol culpó del incremento en las emisiones de CO2 a la falta de un acuerdo sobre cambio climático y a la indecisión de los gobiernos sobre las tecnologías que habría que impulsar para reducir la contaminación.

Según informó El País en su edición de ayer, el 44% de las emisiones de este gas, considerado uno de los principales causantes del cambio climático, provino del carbón. El 36% está vinculado al petróleo y el 20%, al gas natural.

Aparentemente, el crecimiento de China y la India revirtieron la tendencia a la baja que se había registrado en 2009, por la crisis económica mundial.

Pero pese al crecimiento de las emisiones en los países en vías de desarrollo, el calentamiento global sigue siendo en mayor medida responsabilidad de los desarrollados. "Las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) representaron el 40% del CO2 generado en el mundo, aunque sólo contribuyeron en una cuarta parte sobre el incremento constatado en 2010 -afirma El País- . Cada ciudadano de la OCDE genera unas 10 toneladas de ese gas, mientras que en China y la India esa cifra baja a 5,8 y 1,5 toneladas respectivamente."

miércoles, 25 de mayo de 2011

Detectan cambios en la "isla de calor" que genera la ciudad

Aunque la Capital crece, las diferencias de las temperaturas con las áreas cercanas se achican

Martes 24 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa de La Nación

Cecilia Draghi Para LA NACION

Si estima que las noches en el campo son más frescas que en la ciudad, no sólo está en lo cierto, sino que ha percibido lo que los especialistas conocen como el fenómeno de la "isla urbana de calor".

Cualquiera diría que, a medida que una ciudad crece, esa isla de calor aumenta. Pero, contra lo que podría suponerse, en Buenos Aires esta diferencia no se ha agravado en promedio en los últimos años y hasta viene mermando en parte, según un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEN-UBA).

"La intuición básica nos indica que a medida que una urbe crece en población, como ocurrió con la ciudad, debería aumentar la isla de calor. Sin embargo, lo que vimos en un estudio realizado a lo largo de 32 años es que, por el contrario, la tendencia es negativa. El valor medio anual de la isla urbana de calor en la ciudad fue 1 grado más caliente en los años 70 que en la actualidad", precisa Inés Camilloni, desde el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, dependiente de la UBA y el Conicet, que junto con Mariana Barrucand comparó las temperaturas registradas en el barrio porteño de Villa Ortúzar con las del aeropuerto de Ezeiza, ubicado en un área descampada del conurbano bonaerense, entre 1976 y 2007.

De acuerdo con la información analizada por las científicas, en la década del 60 la diferencia entre la ciudad y sus áreas aledañas era de 2,2 grados; en los años 70, de 1,9 grados; en los 80, de 1,7 grados; en los 90, de 1,4 grados, y entre 2000 y 2007, de 1,2 grados.

La investigadora aclara, de todos modos, que si bien las diferencias de la isla de calor se están achicando en promedio a lo largo del tiempo, igual las noches en la ciudad siguen siendo más cálidas que en el campo.

Más gente, más calor

Según explica Camilloni, las moles de hormigón armado, cemento o asfalto que acumulan calor durante el día y lo liberan por la noche; los sistemas de refrigeración que extraen el infierno de los edificios pero lo arrojan a la calle; la combustión de autos y colectivos que enrarecen el ambiente, junto con los espacios verdes, que no alcanzan para evaporar la energía calórica producida por millones de porteños, son los componentes clave para generar esta diferencia de temperatura entre la ciudad y el campo llamada isla urbana de calor.

"Durante el invierno, la ciudad es más cálida que el campo porque hay mas calefacción, se libera más calor hacia afuera y esto aumenta la temperatura", explica.

La ciudad se expande a lo alto y a lo ancho, y con ella el enorme conjunto edilicio que le da forma, junto con toda la actividad humana que produce calor. Entonces, ¿por qué no se incrementó la tendencia de la isla urbana de calor en los últimos años como era de esperar?

Para dar respuesta a esta pregunta, el equipo dirigido por Camilloni, investigadora del Conicet, hurgó en datos del Servicio Meteorológico Nacional que se fueron registrando a partir de 1960.

"Encontramos que parte de la reducción se podía explicar por el aumento de la nubosidad y la velocidad del viento: la isla urbana de calor es más intensa en días despejados y viento calmo -explica la científica, y enseguida agrega-: En los últimos 40 años hay menos calma en el viento y mayor nubosidad en el clima de Buenos Aires, lo que posiblemente haya influido en la menor incidencia de la isla urbana de calor."

En este sentido, Camilloni concluye: "Normalmente se mide la isla de calor por el tamaño de la población. Pero hay una fuerte dependencia de otras variables meteorológicas que torna más complejo este fenómeno. En otras palabras, no necesariamente si la ciudad crece, la intensidad de la isla de calor aumenta".

Centro de Divulgación Científicade la Facultad de Ciencias Exactasy Naturales de la UBA

¿POR QUÉ LLUEVE MÁS?

Cada año la ciudad registra precipitaciones más intensas.

"La cantidad total anual de lluvia aumentó 250 mm en los últimos 50 años. De un promedio de 1050 mm anuales, en los 60, pasó a 1300 mm en la última década. Esto da un incremento de más del 20% -subraya la doctora Inés Camilloni-. Es sabido que llueve más en las ciudades que en las zonas suburbanas. Esto ocurre en todo el mundo. Una de las causas es la isla urbana de calor, pero en Buenos Aires ocurre que este fenómeno está en descenso. Es decir, no sería entonces la razón del aumento de lluvias, sino que esto estaría respondiendo al efecto del cambio climático regional."

Según la especialista, la metrópoli porteña está inmersa en una región del sudeste de América del Sur en la que el cambio climático se ha expresado más fuertemente en los últimos 40 años a partir de aumentos significativos en la precipitación.

domingo, 22 de mayo de 2011

Ellos quieren un futuro verde

Por su entusiasmo y activismo, nueve argentinos y un uruguayo fueron consagrados campeones del cambio climático por el British Council. Perfil de una generación en busca de soluciones para la crisis ambiental

Domingo 22 de mayo de 2011 Publicado en edición impresa de La Nación

Conscientes de sus consecuencias, una generación de jóvenes comprometidos con el medio ambiente trabaja para limitar su impacto. En 2010, por primera vez en la Argentina y el resto de América latina, la organización internacional del Reino Unido, el British Council, presentó su programa Climate Generation, que reúne a activistas de entre 16 y 35 años interesados en aportar soluciones.

Tras un intenso trabajo de selección, 110 jóvenes de la región fueron convocados para implementar sus proyectos en comunidades locales con la misión de contrarrestar los efectos del cambio climático, limitar su impacto y reducir la huella de carbono. En nuestro país, nueve argentinos y un uruguayo asistieron a capacitaciones de liderazgo, recibieron ayuda para difundir su misión y hoy forman parte de la red internacional Climate Champions.

El director de British Council Argentina, Huw Jones, y su par de Fundación Vida Silvestre, Diego Moreno, trabajaron conjuntamente en la coordinación de las acciones durante 2010. Como cierre del programa y sus alcances positivos, ambas instituciones organizaron un encuentro en Casa Natura, donde los diez embajadores confirmaron que nada es en vano, mucho menos trabajar por un mundo mejor.

ECOMANIA
Lucas Campodónico
31 años
Lucas Campodónico tiene tres emprendimientos sustentables en su haber: fundó la empresa de objetos de diseño Greca, creó la consultora de comunicación Trashlove y, ahora, la revista Ecomanía, proyecto por el cual quedó entre los diez Climate Champions en la Argentina. A través de sus páginas promueve el cuidado del medio ambiente, el consumo consciente y la responsabilidad conjunta. "La preocupación por la ecología no es de una tribu urbana. Cada uno debería hacer algo en pos del bien común. Nuestra revista apunta a eso: dar consejos, inspirar a las personas y sumar voluntades", dice este licenciado en Comunicación Social que sostiene que informarse es el primer paso para el cambio.

ARBOLES PARA MAÑANA
Victoria Marini
32 años
Balance Cero fue el trabajo presentado por la ingeniera ambiental Victoria Marini, jefa del programa Mecanismo de Desarrollo Limpio en la Universidad de La Punta, San Luis. La iniciativa, nacida en 2008, busca que los jóvenes aprendan sobre la eficiencia energética, la forestación y la disminución del calentamiento global mediante la inclusión digital. El proyecto abarca 30 localidades e involucra al 14% de los niños en escuelas primarias de la provincia. "Una vez relevada la información y determinada la cantidad de toneladas de dióxido de carbono presente en el ambiente, los chicos (a través de un software especial) calculan cuántos árboles habría que plantar para que diera cero el balance entre el dióxido de carbono y la captura forestal", explica Victoria, responsable de inaugurar la primera planta de reciclado en San Luis.

DESARROLLOS LOCALES
Ignacio Lorenzo
26 años
Es uno de los más jóvenes del grupo y el único uruguayo seleccionado en esta primera convocatoria del British Council. Ignacio Lorenzo participa activamente, desde 2000, en proyectos de toma de conciencia en Uruguay, Guatemala y Brasil. Su propuesta, Cambio Climático Territorial, apunta a diseñar políticas y dirigir inversiones para un desarrollo local de bajas emisiones de carbono en la región metropolitana de su país. "Se puede ayudar al medio ambiente de mil maneras en nuestra vida cotidiana. Lo importante es que nuestras acciones formen parte de una estrategia para transformar la cultura contemporánea de consumo", sostiene este joven nacido en Montevideo.

ECO-AULAS
Damasia Ezcurra
30 años
¿Cómo sería una escuela sustentable? Por empezar, haría un uso eficiente de los recursos y desarrollaría prácticas cuidadosas con el medio ambiente. Damasia Ezcurra pensó en los colegios como instituciones modelo en la lucha contra el cambio climático. Desde su trabajo en la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, esta licenciada en Comunicación propone mejorar el abordaje pedagógico y didáctico de la educación para la sustentabilidad. "El programa intenta involucrar a los estudiantes y docentes como usuarios conscientes del medio ambiente y empoderarlos para hacer la diferencia en sus escuelas, en sus casas y en las comunidades locales", explica Damasia.

INVOLUCRARSE
Mariana Díaz
28 años
Mariana Díaz es periodista especializada en cambio ambiental global. A pesar de su corta edad, fue entrenada por el ecologista y ex vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore, y seleccionada por el British Council para viajar el año último a Cancún como representante argentina en la Cumbre de las Naciones Unidas. Su proyecto educativo, Revolución Verde, consiste en una conferencia para adolescentes basada en el cambio climático y la sustentabilidad. "La participación de los chicos será crucial para ganar esta lucha. Es de vital importancia informarlos acerca de lo que está sucediendo y darles fuerza para que sean parte de la solución", afirma la actual directora de Comunicaciones de R21, la fundación contra el cambio climático que creó Charly Alberti.

¿QUE HACER CON LOS RESIDUOS?
Leonardo Hugo Genero
31 años
Leonardo Hugo Genero es ingeniero químico y vive en San Justo, Santa Fe. Desde 2003 trabaja en la Fundación Proteger, cuyo objetivo es el desarrollo de alternativas comunitarias para el tratamiento de residuos. El proyecto de Leonardo consiste en la construcción de un prototipo de biodigestor que sirva como herramienta de difusión de esta tecnología. "A corto plazo espero la reducción inmediata de las emisiones de gases como el metano y, con el tiempo, la sustentabilidad energética y la biofertilización de la agricultura doméstica", sostiene el coordinador del grupo de Tecnologías Socialmente Apropiadas de esa asociación.

MEJOR INFORMACION
Carolina Martínez
32 años
Aquel mail de British Council le dio a Carolina Martínez la posibilidad de conectarse con sus pares y presentar el proyecto Directorio Verde, que nació en 2009 como guía online de productos y servicios sustentables en nuestro país. Carolina es una convencida de que la información es el campo de acción indicado para mejorar la toma de decisiones. "Intentamos dar cuenta de un enorme sector de la industria que trabaja en el desarrollo sustentable. Creemos que la producción y el consumo son espacios clave para proteger el medio ambiente", afirma la representante del proyecto distinguido en 2010 por la Organización de Estados Americanos como Mejor Proyecto Social de la Región.

OTRO DISEÑO
Rodrigo Valdivieso
34 años
No es casual: haber crecido en San Martín de los Andes lo comprometió desde chico en el cuidado del medio ambiente. Así lo cree Rodrigo Valdivieso, licenciado en Diseño Industrial y experto en el arte de crear soluciones. El programa Climate Champions lo reconoció por el proyecto Diseño Sustentable Argentino, un libro de objetos realizados según criterios ecológicos. "El diseño sustentable es fundamental para entender y cambiar nuestro sistema de producción y consumo. Quisiera que todos los productos contemplaran al medio ambiente en sus distintas etapas", dice Rodrigo, que además de dar clases en la Universidad de Buenos Aires, brinda capacitaciones en la ciudad de Corrientes.

RED DE CIUDADES SUSTENTABLES
Bernardo Voloj
29 años
Desde su Chaco natal, Bernardo Voloj impulsó Cambio Climático y Ciudades Argentinas, programa destinado a crear una agenda de eficiencia energética en dependencias públicas. "Las soluciones ambientales no deben presentarse de forma cosmética. El cambio climático ha dejado de ser una cuestión estrictamente ambiental para convertirse en un tema geopolítico", comenta este abogado especializado en derecho ambiental que trabaja en la Fundación Ambiente y Recursos Naturales. Su proyecto apunta a crear una red de ciudades sustentables en nuestro país.

CAJA DE HERRAMIENTAS
Antonella Vagliente
20 años
Antonella Vagliente es cordobesa y desde los 15 años participa en organizaciones de la sociedad civil vinculadas al cambio climático. Estudiante de Desarrollo Local y Regional, sostiene que son muchos los jóvenes que, como ella, trabajan en pos del bien común. Gracias a su Caja de Herramientas para Escuelas Medias, que busca reducir el consumo de recursos mediante la concientización, fue distinguida por el British Council. "La intención no es sólo que los estudiantes comprendan la problemática, sino que se conviertan en agentes de desarrollo capaces de mejorar la calidad de vida de su comunidad y concienticen a otros sobre el tema", dice esta joven integrante del Movimiento Agua y Juventud Argentina.

Por Andrea Calderón
revista@lanacion.com.ar

INTERESADOS, AQUI

Requisitos para la convocatoria 2011, que abre este mes:

Personas entre 18 y 35 años

Deben ser parte activa de un emprendimiento que combata el cambio climático

Para postularse, llenar una solicitud online en www.britishcouncil.com.ar , describiendo su proyecto y el impacto que genera en la comunidad

sábado, 14 de mayo de 2011

120 expertos del IPCC examinan 160 escenarios y concluyen que el 77% de la energía puede ser renovable en 2050

El "informe Ifrac" que ha elaborado el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático –hecho público ayer en Abu Dabi por Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial– examina más de 160 escenarios relativos a la posible penetración de las energías renovables de aquí a 2050, junto con sus implicaciones ambientales y sociales.

Elaborado por más de 120 expertos de todo el mundo y aprobado por representantes gubernamentales de 194 países, el "Informe especial sobre Fuentes de energía Renovable y Atenuación del Cambio climático" (informe Ifrac), evalúa la posible contribución de las fuentes de energía renovable a la atenuación del cambio climático, analiza el grado de penetración actual de seis tecnologías renovables y sus posibilidades de instalación a gran escala en los próximos decenios y demuestra, según sus autores, que "son las políticas públicas, las que fomentarán o limitarán el desarrollo de las energías renovables en los próximos decenios". Según el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, el informe, que consta de 900 páginas, "puede aportar un acervo de conocimientos básico para los responsables de políticas que deseen afrontar esa gran tarea pendiente del siglo XXI" [la lucha contra el cambio climático].

Cuatro de esos escenarios, seleccionados como representativos de la totalidad, han sido analizados por los 120 expertos "en profundidad", según el IPCC (los investigadores han estudiado asimismo las dificultades que plantea la integración de las energías renovables en los sistemas energéticos actuales y futuros y, particularmente, en las redes eléctricas, así como las relaciones coste/beneficio que ello conllevaría). Pues bien, "el más optimista de los cuatro escenarios seleccionados proyecta unos valores de energía renovable que representarán hasta un 77% de la demanda de energía mundial de aquí a 2050". Según el "informe Ifrac", ese porcentaje equivale a aproximadamente 314 de un total de 407 exajulios anuales. A efectos comparativos, 314 exajulios es más del triple de la energía suministrada en Estados Unidos durante 2005, y una cifra similar para el continente europeo, según el IPCC.

Las seis tecnologías objeto del análisis, una por una: Bioenergía

La bioenergía puede generar electricidad, calor y combustibles a partir de diferentes materias primas. Pues bien, según el "informe Ifrac", algunos sistemas bioenergéticos, particularmente cuando conllevan la conversión de la tierra en biomasa agrícola o los cultivos de energía, pueden generar más emisiones de gases invernadero de las que ahorran; otros, sin embargo, como los sistemas de conversión avanzados que convierten, por ejemplo, desechos de madera en combustibles líquidos, pueden conseguir reducciones de las emisiones de entre un 80 y un 90% en comparación con los combustibles de origen fósil". Aunque el porcentaje de la bioenergía en el conjunto de las renovables disminuirá probablemente en los próximos decenios, podría llegar a suministrar de 100 a 300 exajulios de energía de aquí a 2050, según el IPCC.

Solar fotovoltaica

En la actualidad, esta tecnología representa sólo una pequeña parte del 1% del suministro mundial total de energía. La amplitud de su implantación podrían abarcar desde un porcentaje marginal de la energía solar directa en 2050 hasta uno de las fuentes más importantes de suministro energético. La realidad dependerá de la innovación constante, de las reducciones de costos y de las políticas de apoyo públicas. En los escenarios más ambiciosos de estabilización del clima, el suministro primario de energía solar alcanzaría en 2050 la cifra de 130 exajulios anuales, procedentes en gran medida de la generación fotovoltaica. En algunos escenarios, el porcentaje llegaría a un tercio del total mundial de aquí a 2050, aunque en la mayoría de los escenarios es inferior a la décima parte.

Geotérmica

La tecnología geotérmica utiliza el calor almacenado en el interior de la Tierra, o bien directamente o para generar electricidad, y proporciona actualmente unos 0,7 exajulios anuales. En 2050, la energía geotérmica podría representar más de un 3% de la demanda eléctrica mundial, y en torno al 5% de la demanda de calor en el mundo. A nivel mundial, el potencial técnico de la energía geotérmica es comparable al suministro primario de energía mundial en 2008. Sin embargo, esa forma de energía no alcanza su límite de potencial técnico en ninguno de los escenarios analizados, y la tasa de implantación se mantiene por debajo del 5%, tanto a nivel regional como mundial.

Hidroeléctrica

Los proyectos de energía hidroeléctrica abarcan desde los embalses hasta los proyectos o estaciones fluviales, tanto en pequeña como en gran escala. Al finalizar 2008, la capacidad instalada representaba un 16% del suministro eléctrico mundial, que sitúa a la energía hidroeléctrica en el primer puesto de las fuentes de energía renovable del sector eléctrico. A largo plazo, el porcentaje hidroeléctrico en el suministro mundial de electricidad podría disminuir hasta un diez o un 14%. A pesar del crecimiento absoluto del suministro hidroeléctrico, el crecimiento esperado de la demanda de energía y el proceso de electrificación podrían ser los causantes de esa reducción.

Energías del mar

Las tecnologías de energía oceánica son diversas, y están basadas en la energía cinética, térmica y química del agua del mar. La mayoría de ellas se encuentran en fase de demostración o de proyecto piloto. Dado que se encuentran en las primeras etapas de su desarrollo, es improbable que contribuyan en gran medida al suministro de energía mundial antes de 2020. En la actualidad, la energía oceánica sólo está representada en un pequeño número de escenarios. Como indica el informe, las instalaciones proyectadas podrían proporcionar hasta siete exajulios anuales de aquí a 2050.

Eólica

La energía eólica tiene como principal aplicación, desde el punto de vista de la atenuación del cambio climático, la producción de electricidad mediante grandes turbinas de viento situadas en tierra o frente a las costas. La capacidad de potencia eólica instalada al final de 2009 representaba cerca de un 2% de la demanda eléctrica mundial. El informe evidencia una fuerte tasa de expansión en Europa, América del Norte y, más recientemente, China e India. Es probable que sea necesaria una mayor distribución geográfica de las instalaciones para alcanzar los niveles contemplados en las publicaciones científicas.

Mensaje a los políticos

Entre las muchas cifras que maneja el informe, a continuación recogemos algunas de las que aparecen en el apartado significativamente titulado "Principales conclusiones del Resumen para responsables de políticas".. A pesar de las dificultades financieras mundiales –dice el "informe Ifrac"–, la capacidad en energías renovables aumentó durante 2009: la eólica, en más de un 30%; la energía hidroeléctrica, en un 3%; las energías fotovoltaicas conectadas a la red, en más de un 50%; la geotérmica, en un 4 por ciento; la solar para el calentamiento de agua/calefacción, en más de un 20%, y la producción de etanol y de biodiésel, en un 10% y un 19%, respectivamente.

De los aproximadamente 300 gigavatios (GW) de generación eléctrica que fueron instalados en todo el mundo entre 2008 y 2009, 140 GW fueron de energías renovables. Los países en desarrollo representan actualmente "más del 50% de la capacidad mundial en energías renovables". A día de hoy, el potencial técnico de las renovables "excede considerablemente" la demanda energética, tanto a nivel mundial como en la mayoría de las regiones del planeta. Más aún: según los cuatro escenarios seleccionados, se utiliza menos de un 2,5% del potencial técnico disponible para energías renovables en todo el mundo; "en otras palabras, más de un 97% está desaprovechado".

La mayoría de los más de 160 escenarios examinados "permiten estimar que, de aquí a 2050, las renovables contribuirán más al suministro de energía con bajas emisiones de carbono que la energía nuclear o los combustibles de origen fósil con captación y secuestro de carbono".. Según los cuatro escenarios seleccionados, "las inversiones mundiales en el sector de energías renovables estarían comprendidas entre 1,360 y 5,100 billones de dólares de aquí a 2020 y entre 1,490 y 7,180 billones durante el decenio 2021-2030. En el caso de los valores bajos [menor penetración de las renovables], las inversiones anuales son, en promedio, menores que las efectuadas en energías renovables por el sector eléctrico en 2009".

No hay una sola fórmula, hay muchas

Por fin, y siempre según el "informe Ifrac" del IPCC, "la utilización conjunta de políticas públicas basadas en objetivos y de inversión en investigación y desarrollo podría reducir los costos de combustible y de financiación y representaría, por consiguiente, un menor costo adicional para las renovables. Los responsables de políticas públicas tendrían a su disposición una diversidad de experiencias para diseñar y aplicar las políticas impulsoras más eficaces: no existe una fórmula única para fomentar las energías renovables".

El informe concluye que la proporción de energías renovables "aumentará probablemente incluso sin que medien políticas en ese sentido", si bien reconoce que "la experiencia demuestra que el aumento suele ser máximo cuando las políticas son favorables" y señala, además, que "la creciente penetración de las energías renovables podría ahorrar en total un volumen de gases invernadero equivalente a entre 220 y 560 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtC02eq) entre 2010 y 2050". Ello contribuiría –según el "informe Ifrac"–, a "lograr que el aumento de la temperatura media mundial no superase los dos grados Celsius durante el siglo XXI, tal como se propuso en los acuerdos de Cancún de la Convención sobre el clima de las Naciones Unidas".

El grupo de trabajo número tres
El responsable directo de la elaboración del "informe Ifrac" es el Grupo de trabajo III del IPCC, que está dedicado a la atenuación del cambio climático, y evalúa todas las opciones de interés para atenuar ese fenómeno limitando o evitando las emisiones de gases invernadero y potenciando actividades que los eliminen de la atmósfera. El Grupo analiza los costos, beneficios y riesgos de los diferentes métodos de atenuación, considerando también los instrumentos y medidas de políticas disponibles a nivel nacional, así como los las disposiciones internacionales. Está copresidido por: Ottmar Edenhofer, del Instituto de Investigaciones de Potsdam sobre el Impacto Climático, Alemania; Ramon Pichs, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, Cuba: y Youba Sokona (Malí), del Centro africano de políticas climáticas de Etiopía.

Más información
www.ipcc.ch